La protección solar es fundamental, especialmente cuando se está en periodo de gestación o lactancia. La piel es más sensible y vulnerable durante este tiempo, y exponerla al sol sin protección puede causar graves daños. Por eso es importante conocer cómo proteger la piel, tanto para la salud como para la belleza.
La radiación solar contiene rayos UV que pueden causar daños en la piel, como quemaduras, manchas y envejecimiento prematuro. Pero durante el embarazo y la lactancia, la exposición al sol sin protección puede tener consecuencias aún más graves, como aumento del riesgo de cáncer de piel y problemas hormonales.
Además, la piel durante la gestación y la lactancia es más sensible, debido a los cambios hormonales y al aumento de la circulación sanguínea. Por lo tanto, es necesario utilizar productos específicos para protegerla.
La elección de los productos dependerá del tipo de piel, la sensibilidad y del nivel de exposición solar. Hay productos específicos para el rostro y el cuerpo, y algunos son más adecuados para pieles sensibles, mientras que otros son más resistentes al agua.
La correcta aplicación del protector solar es esencial para asegurar una protección efectiva de la piel. Hay algunos consejos que podemos seguir para asegurarnos de que la aplicación sea correcta:
La elección del protector solar dependerá del tipo de piel, el grado de sensibilidad y el nivel de exposición solar. Por eso es importante seleccionar un producto específico para cada caso.
Es importante evitar algunos químicos en los protectores solares, como la oxibenzona y la octinoxato. Estos químicos son conocidos por afectar el sistema endocrino y hormonal. Algunos estudios indican que pueden estar relacionados con trastornos hormonales y con problemas reproductivos. También pueden ser perjudiciales para los recién nacidos, especialmente durante la lactancia.
Es recomendable optar por productos que utilicen filtros solares físicos, como dióxido de titanio y óxido de zinc. Estos ingredientes no son absorbidos por la piel y son menos perjudiciales para la salud.
La protección solar es importante durante todo el año, pero especialmente durante la maternidad y la lactancia. Es necesario elegir productos adecuados para nuestra piel y nivel de exposición solar, y aplicarlos correctamente para asegurar una protección efectiva. También es importante verificar los químicos presentes en los productos y evitar aquellos que puedan tener efectos negativos en la salud.