Siempre queremos lucir radiantes y frescas en nuestro día a día, pero en ocasiones no podemos evitar las ojeras. Ya sea por falta de sueño, estrés o una mala alimentación, nuestras ojeras pueden hacernos ver cansadas y descuidadas. Por suerte, el maquillaje nos ofrece una solución rápida y efectiva para taparlas y lucir una piel uniforme y luminosa.
Antes de empezar con el maquillaje, es importante preparar la piel para que luzca fresca y luminosa. Lava tu rostro con agua tibia y un limpiador suave para remover cualquier resto de suciedad y maquillaje. Aplica una crema hidratante y espera unos minutos para que se absorba bien. Si tu piel es especialmente seca, puedes aplicar primero un suero hidratante para una mayor hidratación.
El siguiente paso es corregir las ojeras con un corrector. Es importante elegir un tono que sea uno o dos tonos más claro que tu tono de piel natural para conseguir el efecto deseado. Puedes optar por un corrector líquido o en crema, dependiendo de tus preferencias y del nivel de cobertura que necesites.
Una vez que hayas corregido las ojeras, es hora de aplicar la base de maquillaje. Elige una base que sea adecuada para tu tipo de piel y que tenga una cobertura media para lograr un acabado uniforme y natural.
Para lograr un aspecto fresco y luminoso, es importante utilizar un iluminador en las zonas adecuadas de tu rostro. Puedes optar por un iluminador en crema o en polvo, dependiendo de tu estilo y preferencias.
El último paso es añadir un poco de color al rostro con un blush o colorete. Elige un tono que se adapte a tu tono de piel para lograr un efecto natural y saludable.
¡Y listo! Siguiendo estos pasos, podrás tapar tus ojeras y lucir una piel radiante y fresca en cualquier momento del día.